EL JUEGO DE LA VIDA

La vida se asemeja a un juego y a un baile. Estas metáforas son familiares, pero ¿qué implica verdaderamente ser un participante en el juego de la vida? ¿Existen reglas para este juego? Y en caso de que existan, ¿cómo se logra la victoria? Una exploración de nuestra actual puerta 28 en Diseño Humano puede proporcionar alguna claridad sobre este asunto.

La semana anterior, examinamos el Hexagrama 50, que nos enseñó cómo emplear nuestros valores para elevar y respaldar a nuestras comunidades. Ahora, el sol se ha desplazado hacia la Puerta 28 del Diseño Humano, la cual tiene un carácter notablemente distinto. El 28 es intrínsecamente transformador, innovador y singular. No se centra en la aceptación de lo que se considera "probado y verdadero" convencional, sino en la apertura de nuevas sendas.

En el I-Ching chino, el número 28 recibe el nombre de "Preponderancia de lo Grande". Yo personalmente lo denomino "El jugador del juego". Pero, ¿de qué juego estamos hablando? Estamos hablando del juego que conocemos como la vida. La vida nos ofrece una amplia gama de oportunidades extraordinarias, y lo más fascinante es que depende de nosotros descubrir cómo aprovechar estas oportunidades. La cuestión clave es: ¿cómo vamos a aprovechar lo que la vida nos presenta?

El término "El jugador del juego" se utiliza porque se relaciona con la noción de "Leela" en la India, que se traduce aproximadamente como "el juego de la vida". En este contexto, la vida se percibe como una danza, una alegría y una obra de teatro. La elección de este nombre refleja que estamos hablando de un estado de juego en el que la vida se desenvuelve como una experiencia lúdica. Además, se menciona el Centro del Bazo en el gráfico de Diseño Humano, el cual está relacionado con el Zen y la capacidad de estar en el presente. En este contexto, "El jugador del juego" representa a aquel que puede participar en el juego de la vida manteniéndose plenamente en el momento presente.

En un hexagrama, la primera línea establece el fundamento del significado general. En este caso, la línea se denomina "Ofreciendo: estar preparados para enfrentar los desafíos". La vida, en su curso, nos confrontará con diversos desafíos. La cuestión crucial es cómo decidimos abordarlos: ¿los ignoramos y los dejamos de lado, respondemos con miedo o decidimos jugar con ellos? La interpretación nos lleva a considerar si podemos encontrar celebración y danza en cualquier cosa que la vida nos presente, a pesar de los desafíos que puedan surgir. La idea es estar preparados para enfrentar esos desafíos y encontrar la alegría y la danza en medio de ellos.

Estar en sintonía con las necesidades del momento implica prestar atención a los factores que son útiles o inútiles en ese contexto específico. La clave reside en reconocer y responder a las necesidades del momento presente. En este estado de sintonía, desarrollas un sentido intuitivo que te permite discernir si estás alineado con lo que está ocurriendo o si no te interesa en absoluto. Estar presente y consciente de las necesidades actuales es fundamental para tomar decisiones y acciones acertadas.

Enfrentar desafíos a menudo implica la tentación de no involucrarse plenamente en lo que representan esos desafíos y de no estar abiertos a ellos. La vida misma ya es un desafío significativo debido a las múltiples reglas y perturbaciones que se presentan, ofreciendo diferentes perspectivas y consejos. Por lo tanto, se requiere mantener la claridad y la fortaleza para mantenerse comprometido. En ocasiones, puede parecer mucho más sencillo buscar la armonía en lugar de enfrentar los desafíos de frente. Sin embargo, en última instancia, esta elección significa que has optado por no participar plenamente en el juego de la vida.

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