LAS 6 LÍNEAS DE CADA PUERTA/CLAVE GENETICA



Cada Clave Genética esta basada en la puerta de Diseño Humano correspondiente, que a su vez está basada en uno de los 64 Hexagramas del I-Ching.

Cada hexagrama se construye a partir de seis Líneas o subtemas, siendo cada una de ellas un arquetipo en sí misma. Antes de que podamos explorar los doce Perfiles distintos y su modo de funcionar en el mundo, debemos comprender primero la naturaleza de estas seis Líneas y los arquetipos que representan.



Las Líneas

Hay una metáfora muy simple que nos ayudará a entender la estructura de un hexagrama.

Se puede contemplar un hexagrama como si fuera una casa. La primera Línea situada en la base del hexagrama representa los cimientos de la casa, mientras que la sexta Línea, que completa el hexagrama, representa el tejado. Se trata de una casa de dos plantas.

El hexagrama está dividido en un trigrama inferior, formado por las Líneas primera, segunda y tercera, y en un trigrama superior, que incorpora las Líneas cuarta, quinta y sexta. El trigrama inferior representa la planta baja de la casa, mientras que el trigrama superior representa la planta de arriba.

En Diseño humano esto pasaría a verse reflejado de la siguiente manera:



En cada una de las claves genéticas de este perfil, vemos que le acompaña un tercer número el cual nos estaría indicando la línea o arquetipo que le acompaña y que a su vez van a definir el Perfil de esta persona, de esta manera podríamos indicar que tiene un perfil 1/3, marcado por las líneas del sol de personalidad y sol de diseño.

En el trabajo de lectura de la Carta de Diseño Humano, se hace hincapié en esa línea concreta porque define muy específicamente el matiz de esa puerta o clave.

En el aprendizaje de las Claves Genéticas se hace un recorrido extenso por esas líneas a la manera de ensayo y sin nombrarlas de manera específica, sino que sintetiza armoniosamente todo el conjunto de la clave.

En esta ocasión vamos conocer en que consiste o que significa cada línea, independientemente de la puerta/clave genética a la que corresponda, es decir, cada puerta/clave tendría el matiz especifico de la línea que le acompañe.

Primera Línea (ej. 19.1)

La primera es una Línea de introspección. Representa los cimientos de la casa, y sobre ellos descansan los fundamentos de todo el hexagrama. Los temas de la primera Línea giran en torno a la necesidad de mirar hacia dentro para intentar hallar los fundamentos de las cosas.
Las primeras tres Líneas disponen de muy poca habilidad transpersonal.
Viven básicamente absorbidas en su propia experiencia personal.
La primera Línea representa al investigador, enteramente absorto en su propio proceso personal de intentar llegar al fondo de las cosas. Siempre que necesitemos entender la esencia de un hexagrama en particular, no es preciso que miremos más allá de la primera Línea.
La primera Línea representa la base misma de la temática del hexagrama.
Si tu Perfil incorpora algún tema de primera Línea, entonces sabes que ese es un tema en el que siempre vas a necesitar llegar hasta el fondo.


Segunda Línea (19.2)

La segunda Línea representa un binario con respecto a la primera. En ese sentido, es casi su opuesta.

La segunda Línea representa el espacio habitable de la primera planta. Es la planta baja de la casa, con todas sus ventanas dando a la calle.

La segunda es una Línea de proyección. Proyecta hacia fuera los atributos y la cualidad del hexagrama, al mismo tiempo que responde a las proyecciones que recibe del exterior.

La segunda Línea vive dedicada a sus propios asuntos personales sin querer implicarse con nadie más. La mejor manera de simbolizar con claridad la temática de la segunda Línea es imaginar a alguien que anda desnudo por la noche dentro de su propia casa con las luces encendidas, mientras por fuera pasa todo tipo de gente por la calle que puede mirar hacia dentro.

Las segundas Líneas están siempre recibiendo la llamada de aquellos que se aperciben de su presencia y de sus dones naturales. El tema más básico de la segunda Línea es llegar a reconocer que está aquí para esperar a que alguien le venga a llamar. Solo cuando recibe alguna llamada puede estar seguro de estar ante una oportunidad correcta para abandonar su ámbito privado implicándose en algo nuevo.

Tercera Línea (19.3)

La tercera es la Línea de la adaptación, por lo que es inherentemente inestable. Su inestabilidad se debe a que representa un punto de transición entre la primera y la segunda planta de la casa.

En esta Línea se sitúa la escalera que une las dos plantas. La tercera Línea representa el paso final en la experiencia personal del trigrama inferior.

En ella, todo gira en torno al tema del ensayo y error. En su vida, o bien choca constantemente con algo, o son las cosas las que chocan con ella.

Debido a lo absortas que viven dentro de su propio proceso personal, las primeras tres Líneas no están realmente preparadas para el encuentro con los demás.

Debido a que la tercera Línea recibe siempre el impacto y la sorpresa de las cosas que chocan con ella, tiene un don natural para saber cómo adaptarse al mundo exterior. En cualquier caso, su sabiduría potencial en la vida solamente puede derivarse de su experiencia personal de ensayo y error.

El trigrama superior, formado por las Líneas cuarta, quinta y sexta, tiene una naturaleza transpersonal. Muy distintas a la auto absorción de la experiencia del trigrama inferior, estas Líneas disponen de un mejor equipamiento para el manejo del mundo exterior, y se realizan plenamente a través de su relación con los demás.

Cuarta Línea (19.4)

La cuarta Línea tiene una naturaleza muy fija sobre sus propios puntos de vista. Representa los fundamentos de la segunda planta de la casa.

Su resonancia natural con la primera Línea convierte la exteriorización de sus fundamentos en su tema más crucial. La amistad es otro tema muy importante en la vida de la cuarta Línea.

Su capacidad para establecer relaciones de amistad con los demás es la verdadera clave de su éxito en la vida. La oportunidad de compartir su perspectiva fija le llega siempre a través de sus amistades.

Esta es también la Línea del Oportunista, que con su inquebrantable determinación puede ejercer una enorme influencia sobre los demás.

Quinta Línea (19.5)

Como ya hemos visto, dentro de la estructura general de un hexagrama, la primera Línea es la que representa los cimientos y la esencia de los temas de ese hexagrama en particular.

Sin embargo, las proyecciones que todos tenemos acerca de lo que cualquier hexagrama puede llegar a dar de sí están representadas por la quinta Línea.

La quinta es una Línea con una cualidad universal, y representa la habilidad transpersonal para hacer llegar a la comunidad más amplia las cosas que tienen un valor práctico inherente. La quinta Línea es siempre el objeto de las proyecciones ajenas. Los demás asumen que la quinta Línea está capacitada para universalizar sin experimentar fracaso.

Esa expectativa es responsable de los profundos dilemas que esta Línea experimenta con frecuencia en torno a su reputación. Al igual que la segunda Línea, con la que está en armonía recíproca, la quinta representa también el espacio habitable y las ventanas de la segunda planta de la casa, solo que en este caso, las luces de la casa no están encendidas.

Esto hace que más que ser observada por otros desde el exterior, la misma quinta Línea sea la que observa a los demás protegida por la oscuridad. Su manera velada de mirar a través de su ventana hace que los demás no sepan si hay realmente alguien allí arriba.

Esto suscita de nuevo las proyecciones ¿Qué hay en esa habitación? ¿Quién puede vivir allí?

Solamente cuando la quinta Línea es capaz de aportar algo práctico y de universalizarlo, pueden crecer y expandirse las proyecciones que recibe. Entonces su reputación puede llegar a alcanzar momentos de gloria. Sin embargo, cuando la quinta Línea no es capaz de aportar algo que tenga un valor práctico, entonces su reputación sufre el impacto de las proyecciones negativas.

Sexta Línea (19.6)

Como representa el tejado de la casa, la sexta Línea no forma parte, realmente, del hexagrama. Está por encima de todo y, en un cierto sentido, es la encargada de juzgar si el hexagrama está funcionando correctamente o no. La sexta es la Línea de la transición.

Trata de la necesidad de subirse al tejado de la casa para convertirse en un observador. El distanciamiento con el que contempla todo la capacita para ser la encargada de convalidar los temas del hexagrama.

Entre las Líneas quinta y sexta existe una relación muy profunda. Cuando el profeta universal de la quinta Línea asoma por el poblado, diciendo que los dioses le han hablado, y que es preciso construir una arca en la que salvarse, los nativos no saben realmente qué hacer ni a qué atenerse. En algún momento, alguno de ellos subirá a lo alto de la colina que hay por encima del poblado, para preguntarle al sabio que vive recluido en ella. “Hola” le dirán, “ha llegado un profeta al poblado que dice que va a llover a cántaros, y que deberíamos construir un arca para salvarnos”.

Si la sexta Línea mira hacia el cielo y responde que “no me parece que vaya a llover”, entonces los nativos acabarán con el extraño de la quinta Línea. Pero si la sexta Línea dice “hmm..., pues sí que huele a lluvia”, entonces todos los vecinos se pondrán inmediatamente a construir el arca en cuestión.

El verdadero dilema para la sexta Línea no consiste simplemente en erigirse en un observador distante, sino en finalmente ser capaz de comprometerse con lo que reconoce como correcto.

Cuando la sexta Línea es capaz de descender de su colina, y de ayudar al resto de parroquianos a construir su arca, tiene la oportunidad de llegar a completar su proceso. Entonces deja atrás su postura distante, y entra en un período de transición en el que vuelve a implicarse en las dinámicas de la vida.


Fuente: Los Perfiles del Diseño Humano Ra Uru Hu 
Manuales Internacionales de Formáción del Diseño Humano. Copyright Jovian Archive Europa 2000.

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