CLAVE GENETICA 13: El Arte de Escuchar

La Clave genética o Puerta 13 en Diseño Humano se denomina "El arte de Escuchar"y se activa cuando el Sol está en los grados desde el 13º al 18ºº del signo de Acuario, y es importante para las personas nacidas en los días desde el 2 de Febrero hasta el día 7 aproximadamente y también cuando tienes algún planeta en estos grados.

Antes de entrar de lleno en el contenido de esta clave genética, haremos hincapié en la observación de que esta clave también está activada por el planeta Saturno en el signo de Acuario, lo que indica que estará influyendo a nivel global en el colectivo humano, y su influencia se hará notar hasta el 8 de marzo de 2023.

En esta Clave Genética se van a tratar tres temas importantes: 

*La diferencia entre oir y escuchar.

*Que es el discernimiento.

*Cómo se llega a la empatía

El primer tema que vamos a tratar de comprender en esta Clave Genética 13 gira en torno a la diferencia entre oir y el arte de escuchar. A través de esta Clave Genética podemos acceder a observar cuántas dimensiones tiene el arte de escuchar y cómo todas ellas están intensamente amarradas a la posibilidad de expansión o contracción de la consciencia humana.

Uno de los datos que ha podido corroborar la ciencia es que el oído es el último sentido que, por norma, perdemos antes de morir. Desde hace mucho tiempo se ha afirmado que el oído sigue activo después de que fallen la vista y otros sentidos; incluso la conciencia. Los investigadores concluyeron que las personas podían oír cuando entraban en estado de inconsciencia.

Escuchar es totalmente diferente de oír. Oír se refiere a la capacidad acústica para absorber la información sonora, mientras que escuchar es algo que solo se puede dar si la persona está completamente presente.

No puedes quitarte esa canción de la cabeza...
Seguro que te ha pasado, aunque detestes la canción. Sobre todo con las melodías de algunos anuncios. La respuesta se encuentra en la llamada corteza auditiva del cerebro y sucede porque nuestro órgano pensante intenta ordenar la información. En ocasiones, tratándose de la música, interpreta que hay trozos de la melodía incompletos, por que procura llenar los espacios que le faltan y la repetición es la manera que tiene de buscar las piezas que no tiene.

Otro aspecto a tratar es el mensaje subliminal a través del sonido o la voz, son señales que percibimos los seres humanos sin darnos cuenta. Este tipo de sonidos los capta una parte de nuestro cerebro llamada el subconsciente, el encargado de obligarnos a realizar determinadas acciones, sin ningún obstáculo, y sin entender el porqué. De esta manera, deberemos saber que todo aquello que oímos pasa a formar parte de nuestro campo de información haya sido de manera consciente o inconsciente.

La clave genética 13 nos invita a escuchar y aprender del pasado, para que esto ocurra exploraremos un aspecto interesante que se produce al escuchar  música.

La música  explora el sonido como una forma de arte. Si bien la música es un arte expresivo y creativo, debemos recordar que nace a partir de un fenómeno físico que es el sonido y, como tal, este posee propiedades físicas que se comportan de cierta manera y que percibimos a través de los sentidos.
Al estudiar la armonía en la música podemos sentir que hay notas que son “compatibles” unas con otras y otras que no tienen tan buena relación. Cuando dos notas o más suenan bien juntas y producen un sonido agradable al oído le llamamos consonancia. Ahora por lo contrario, si dos notas o más producen un sonido desagradable al oído al sonar juntas, es a esto a lo que le llamamos disonancia.

La sonoterapia o terapia del sonido es una temática muy antigua que hace uso de la voz e instrumentos musicales para producir determinadas vibraciones que influyen beneficiosamente en nuestro organismo.

Como el cuerpo está compuesto de vibraciones que vibran, valga la redundancia, a cierta frecuencia, lo que hace la terapia del sonido es restaurar y corregir la frecuencia de resonancia correcta devolviendo la salud a nuestras partes enfermas.

En la sonoterapia se trabaja con la vibración y no solamente con la música, como muchos creen. Es más, esta terapia tiene una base científica la cual es el principio de la resonancia en simpatía, y sostiene que un objeto vibrante o un sonido como puede ser la voz, provoca vibraciones en otro objeto.

La Disonancia  en el contexto de las Claves Genéticas se refiere a la incapacidad de escapar de tu propio pasado. Se oye constantemente el mismo run-run, el mismo dialogo interno. En el genoma humano esta sombra dispone de una buena biblioteca de sonidos y experiencias humanas ancestrales, y de la incapacidad para procesar todas esas memorias que es lo que te va a tener encerrado en los mismos patrones autodestructivos de siempre.

Es relevante y simbólico observar en una persona la conexión entre su capacidad efectiva para gestionar el pasado y el modo de procesarlo. La fuerza humana del deseo insatisfecho junto con las creencias negativas al respecto, supera con creces la capacidad de escuchar nuestras experiencias pasadas para poder aprender de ellas, lo que nos conduce, una y otra vez, cuesta abajo, a la misma disonancia y no sirve a la evolución de la persona.

A pesar de lo que haya sucedido en el pasado, algunas personas siguen tomando las mismas decisiones nefastas y haciendo los mismos juicios, lo que sienta las bases de una vibración de Disonancia en la que se es muy capaz de ver todo lo que va mal y, sin embargo, ser incapaces de remediarlo, tanto a nivel individual como colectivo.


La disonancia cognitiva, explica cómo las personas intentan mantener la fijación de sus creencias y de las ideas que han interiorizado, tienen una fuerte necesidad de que sus pensamientos, actitudes y su conducta sean coherentes entre sí, evitando contradicciones entre estos elementos. Cuando existe inconsistencia entre lo que se piensa, siente y como actúa, el conflicto conduce a la falta de armonía en la persona, algo que en muchas ocasiones genera graves problemas.

Oímos la Disonancia que estamos creando, pero no la escuchamos. Al final, nuestra urgencia emocional para saciar el deseo que surge de nosotros gana la batalla. Este es, resumidamente, el dilema que nos ofrece la sombra de esta clave genética.


El lado represivo de esta sombra puede simular que escucha a todo el mundo, pero enseguida se hace evidente que no hay más que fachada, es que gente intenta ser empática  con los demás mientras que, al
mismo tiempo, no hace nada.
Estas personas son permisivas en el sentido de que permiten que otros entren en su vida, sin aprender nada a cambio. Te darán siempre la razón, sea lo que sea lo que digas. Confunden escuchar con oír y, al hacerlo, se separan emocionalmente de los demás y del entorno. Esta es una de las formas de represión humana más profundamente arraigada, la que no quiere entrar en los ciclos de placer y dolor a ningún precio. En esta negación, lo que se consigue es sacrificar los extremos y mantenerse en un falso espacio de aparente seguridad.



Cuando la disonancia se manifiesta a través de una persona reactiva, lo que resulta es un ser intolerante y estrecho. Estas personas van a estar en desacuerdo contigo, digas lo que digas. 
La estrechez de miras tiene que ver con el hecho de quedarse atrapado en un patrón emocional y hacer de ello un estilo de vida. 
Este tipo de gente es incapaz de ver más allá de los límites de sus propios deseos, y está llena de pesimismo. Su filosofía se funda en los mismos patrones de miedo que han guiado a la humanidad hasta donde se encuentra ahora y que han impedido la posibilidad de hacer un cambio real, son personas que albergan una profunda amargura en lo que se refiere a la naturaleza humana, lo que provoca expresiones frecuentes de ira, enfocada sobre aquellos que ven el mundo de una manera diferente a la suya. La misión de estas personas es desacreditar a los que son optimistas sobre el futuro de la humanidad.


DISCERNIMIENTO


Esta palabra proviene del vocablo en latín discernere, compuesto por dis- (“por distintas vías”) y cernere (“cribar”, “separar”), de modo que implica desde sus orígenes el concepto de elección, de identificar (y por ende separar) las partes de algo, y para poder distinguir las partes de algo, es necesario entenderlo primero.

Discernir significa distinguir la diferencia entre los opuestos, como el bien y el mal, lo justo e injusto, lo importante y lo intrascendente, lo verdadero y lo falso, lo necesario y lo prescindible; lo honesto y lo deshonesto; o sea, ser capaz de actuar en función del propio juicio crítico.

Los seres humanos estamos motivados a la acción por nuestros deseos, pero saber distinguir entre los deseos destructivos y los constructivos  exige usar el discernimiento, esta capacidad  es lo que nos permitirá actuar con certeza y no dejarnos llevar por las memorias de nuestro pasado que no hemos resuelto aún.

Conforme tu naturaleza emocional se vaya volviendo cada vez más consciente, te irás dando cuenta de lo víctima que eres de los deseos inconscientes que han sido grabados en la mente, y comenzarás a comprender también lo que ocurre cuando interactúas con otra persona.

El discernimiento comienza a suceder a nivel individual cuando puedes notar cómo tu visión de los demás está conectada con tus propios sentimientos. Solamente cuando estos sentimientos personales se observen y se examinen con lupa, podrás comenzar a tener una visión de las otras personas algo más objetiva. Con el tiempo tu capacidad de escuchar a las personas y al mundo que te rodea desde una nueva perspectiva más amplia, se irá incrementando.

Una vez que dejas de ver la vida subjetivamente, es decir, cuando sales del nivel emocional, se abre dentro de ti un nuevo panorama de sentimientos que es solo el comienzo de tu futura capacidad de trascender tu sistema emocional, de un modo nuevo basado en el optimismo.

Los mitos y leyendas  contienen los códigos de la evolución del ser humano, esas historias siempre atraviesan un período de oscuridad transitorio que conduce posteriormente a un despertar de la conciencia.
Esta es la razón por la que el discernimiento nos conduce al optimismo, ya que a través de él no ves solo símbolos, sino que los vives en tu propia vida, razón por la cual puedes recibir el optimismo que reside en ellos.

En la infancia, que es cuando se graban las primeras impresiones en la mente, los cuentos aportan importantes mensajes al consciente, e inconsciente, sea cual sea el nivel de funcionamiento de cada uno en ese instante. Al hacer referencia a los problemas humanos universales, estas historias hablan  al yo individual y liberan al subconsciente de sus ansiedades. A medida que las historias se van descifrando, van aportando soluciones a la mente consciente y muestran los distintos modos de solucionarlas.

En este sentido, los cuentos tienen un valor inestimable, puesto que ofrecen a la imaginación de la persona nuevas opciones a las que le sería imposible llegar por sí solo. Todavía hay algo más importante, la forma y la estructura de los cuentos sugieren imágenes que  servirán para estructurar los propios recursos y canalizar mejor la vida. 

Por este motivo, sería muy recomendable una toma de conciencia y reflexión sobre la diferencia entre lo que oímos sin ningún tipo de discernimiento permitiendo que penetre en nuestro "disco duro" y que después va a formar parte negativamente de nuestro proceso consciente, o escuchar objetivamente desde el corazón sin hacer ningún juicio de valor.


COMO SE LLEGA A LA EMPATÍA.

Hoy día, la mayoría de la gente usa la palabra empatía sin comprender sus connotaciones profundas. En la actualidad se utiliza casi siempre más como sinónimo de simpatía, una palabra más antigua que fue acuñada por Aristóteles. 

A veces confundimos simpatía con empatía, pero son dos habilidades distintas. La simpatía se centra en la amabilidad, en encontrar algo positivo del problema que nos explica la otra persona, busca la aprobación, se escucha para responder. La simpatía tiende a frivolizar, no conecta con la otra persona, no reconoce sus emociones y (aunque lo pretenda) no le está sirviendo de ayuda. A veces, el simpático intenta ayudar haciendo ver que lo que sucede "no es para Tanto", le quita importancia, y añade algún comentario de humor al asunto.

En la empatía no se trata de buscar lo positivo de la situación, no se necesita "caer bien o gustar", sino que se necesita ver el mundo como la otra persona, para compartir y comprender sus sentimientos, necesidades, preocupaciones y estado emocional.

La Empatía supone respeto por la otra persona, y en muchas ocasiones, nuestra postura personal no importa, ya que puede ser contraria a la de la otra persona. En caso contrario, si estamos de acuerdo, estaremos simpatizando con ella.

La empatía es una competencia clave de la inteligencia emocional que se pone de manifiesto a la hora de comunicarnos y relacionarnos con los demás, sería como "ponerse en los zapatos del otro"
Para poder comprender los sentimientos del otro y conectar con el, es necesario comenzar por aprender a comprenderse a uno mismo.

La empatía emocional tiene la capacidad de responder con un sentimiento a los estados mentales del otro, es decir, percibe el sentimiento del otro aunque no le afecte de forma directa.
La empatía cognitiva comprende el punto de vista o estado mental del otro,lo que piensa, aunque no lo comparta.

En el lenguaje de las Claves Genéticas, empatía representa la más alta vibración de esta energía y, como tal, no se puede aprehender con la mente, ya que la verdadera empatía no tiene que ver en absoluto con la mente. Las personas que poseen esta destreza destacan por su capacidad para la "escucha activa" del otro.

En otras palabras: en realidad estamos los unos dentro de los otros, y allí donde la simpatía necesita dos formas, la empatía necesita solamente una.

Ya hemos visto que la base fundamental de la 13.a Clave Genética es la capacidad de escuchar y, en el nivel del Siddhi, no hay más que la pura escucha. Como si de un agujero negro se tratara, la escucha absorbe todo lo que se mueve alrededor, el espacio, el tiempo y todo lo demás. 

Finalmente la escucha se convierte en un fenómeno total que fusiona de tal modo al sujeto y al objeto que el propio concepto de escucha desaparece, lo que nos da una pista del significado real de empatía.

Los Mayas tenian un saludo maravilloso que comparto  "In lak´ech" Significa “tú eres otro yo”. Nuestros ancestros veían el Universo en unión. Todo estaba conectado. Tú, yo, él, ella. Pero también nosotros con los animales, con las plantas, con los minerales, con nuestros antepasados y con los astros. Con la Naturaleza y todo lo que es. Todo lo que existe en esta vida guarda una relación con otro. Una conexión respetuosa. Poderosa. Armoniosa. 


In Lak'ech,  Yo soy tú, como tú eres yo. No existen las separaciones. No existen las diferencias. Somos uno entre todos. Humanos, animales, plantas. Somos uno con el Universo. Y es hora de que empecemos a protegerlo. 

  Con amor,














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